El cine, la democracia y los autoritarismos



La carrera de cine en la UMSA cumple cuatro años y hace rato vengo reflexionando sobre el panorama en el cual esos jóvenes tendrán que participar. El coordinador Sebastián Morales menciona varios logros. Lamentablemente puede que el muro con el que tengan que lidiar esté erguido en otro lugar. Las instancias de participación de los hacedores de películas están secuestrados por un grupo pequeño y viejo de señores y señoras que no quieren soltar su lugar de privilegio. Hace ya muchos años, en plena discusión de la ley, en una reunión en las oficinas de Reynaldo Lima habíamos desconocido a los representantes del movimiento del Nuevo Cine y Video Boliviano (MNCVB) y de la Asociación de Cineastas de Bolivia (ASOCINE) por carecer de legitimidad para, en ese momento, hablar en nombre de los cineastas o de la gente que hace películas. Mela Marquez, Paolo Agazzi, Marcos Loayza ni se inmutaron ante el aviso. La nueva ley ha sido promulgada pero muy poco ha cambiado de ese sistema que ha demostrado ineficacia y alto centralismo. Hemos tenido que crear otras instancias de participación, los Independientes, la Asociación de documentalistas (instancia que no cuajó por desidia y flojera). No ha cambiado porque el Asocine sigue detentando un poder en el cual nos perjudicamos todos, la nominación a los Goya y los Oscares la tienen sin que el mecanismo para elegir a la representante sea claro, amplio y plural, basta ser amigo de alguno de ellos para entrar, es curioso que te llegue un correo mencionando la nominación cuando no se sabe el proceso y solo demuestra un acto autoritario. Porque el problema es la raíz, ¿quienes eligieron a los representantes del Asocine? ¿porque se repiten los mismos nombres hace mas de 15 años? ¿ porque los nuevos cineastas no pueden ser parte de esa instancia?

Alfonso Gumucio que firma como jurado de este acto absolutamente antidemocrático, no ha mencionado nada sobre estas prácticas cuasi fascistas de uso del poder por parte de los miembros del Asocine, pero si hay que hacerlo cuando no soy beneficiario de los actos del MAS y lo hago en la mejor palestra posible ¿verdad Alfonso?

Otra instancia en la cual nos vemos perjudicados es en la que tenemos secuestrado el patrimonio fílmico, muchos de los cineastas mencionados, siguen eligiendo a Mela Márquez como directora de la Cinemateca Boliviana, una persona incapaz para llevar adelante las tareas que un archivo debe completar. La evidencia es que hace más de una década no tenemos un catálogo actualizado de las obras que se resguardan, no tenemos acceso libre a los materiales (con los recaudos establecidos por la archivística), no tenemos un plan claro de restauración de películas bolivianas para los próximos 5 años, con costos y planes de financiamientos propios, cualquiera que sepa algo de preservación fílmica podría afirmar con certeza que lo que tenemos en La Paz es un galpón lleno de películas y tres salas de exhibición de Spilberg que generaría vergüenza al propio Henri Langlois. Tenemos gente mediocre recibiendote con una sonrisa pero incapaz de diferenciar un acetato de un triacetato o un nitrato. Pero ¿otra vez me amenazara con algún proceso Mela Marquez?, ¿dira algo de ese acto absolutamente fascista don Alfonso Gumucio?

Digámoslo claro, la cinemateca tiene que morir, nació mal planteada, Pedro Susz y Carlos Mesa entre otros tuvieron las buenas intenciones de hacer un espacio de la memoria audiovisual de este país, pero cometieron errores graves, el primero no generar recursos humanos profesionales que lleven adelante las tareas de catalogación y preservación del patrimonio audiovisual boliviano, el segundo crear una instancia absolutamente endeble para poder llevar adelante su cometido. Pero ahí las instancia rectora debería darnos algún panorama claro sobre el acervo que custodia la cinemateca, el Adecine con su segundo director elegido, ya que estamos ante el peligro grave, lo hemos visto en el Brasil y es bueno que los nuevos cineastas lo sepan, para tener claro el panorama con el cual tendrán que lidiar en lo inmediato.

Necesitamos crear una instancia moderna, con un personal calificado para llevar adelante tareas de preservación, una instancia pública en la cual se acceda por méritos reconocidos, hoy estamos a merced de una señora que por el miedo a perder su instancia de privilegio (porque no merece ese lugar) vocifera y amenaza, o peor aun mendiga en nombre de la memoria en los ágapes de alemanes y franceses, sabiendo que puede lograr alguna ayuda.

Hoy que celebramos que tengamos una instancia de formación en la universidad pública, deberíamos también decirles hay una ética en cuestiones de premios, representaciones y demás, que cuando renieguen por actitudes autoritarias de sus maestros o allende del poder de los gobernantes que tengan, reclamen el respeto de participación de las minorías, que aprendan a conciliar con la diferencia y que puedan hacer algo que mi generación se empecina en no querer, enfrentarse a los viejos autoritarios, y les siguen diciendo maestros.



Hay muchas preguntas para Germán Monje director ejecutivo del Adecine, en otra ocasión comentaré sobre los festivales bolivianos y su complicidad ante esta situación. juan alvarez-duran


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